Pulverización en frío
Soluciones profesionales para ayudarte a alcanzar el éxito
La pulverización en frío une polvo metálico o cerámico a una superficie utilizando una corriente de nitrógeno o helio de alta velocidad precalentada a temperaturas relativamente bajas (hasta 538°C o 982°C), por debajo del punto de fusión del polvo. El proceso acelera las partículas a velocidades supersónicas, haciendo que se incrusten sobre la superficie trabajada. Esta tecnología es especialmente eficaz para reparar piezas desgastadas o añadir recubrimientos especiales a las piezas.
Carburos Metálicos ofrece una amplia variedad de servicios técnicos, soluciones basadas en gases y una completa gama de gases industriales: oxígeno, nitrógeno, hidrógeno, argón, helio, además de mezclas de gases para usuarios de grandes o pequeños volúmenes. Nuestro equipo de ingeniería de aplicaciones puede colaborar contigo para estudiar tus operaciones de pulverización en frío y recomendarte mejoras que te ayudarán a optimizar el uso de los gases y mejorar la calidad de tus productos.
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Confía en nuestro equipo de especialistas para tus procesos de pulverización en frío.
Soluciones y experiencia en pulverización en frío
- Helio: tiene un alto coeficiente de transferencia y conductividad térmica. Permite una velocidad sónica significativamente mayor que el nitrógeno. Es utilizado como gas portador en aplicaciones de pulverización en frío.
- Nitrógeno: es un gas portador de polvo económico en aplicaciones de pulverización en frío.
- Nuestro equipo de ingeniería de aplicaciones puede ayudarte a elegir el sistema de suministro que responda a tus necesidades de presión y volumen.
Gases
Los gases de Carburos Metálicos, normalmente suministrados en estado gas o líquido, permiten a los clientes de una amplia gama de sectores mejorar su rendimiento medioambiental, la calidad de sus productos y su productividad.
Helio
Un gas inerte para aplicaciones criogénicas de transferencia de calor, protección, detección de fugas, análisis y elevación.
Nitrógeno
Útil en fase gas por sus propiedades inertes, y como líquido para refrigeración y congelación. Prácticamente cualquier sector puede beneficiarse de sus propiedades únicas para mejorar los resultados, optimizar el rendimiento y hacer que las operaciones sean más seguras.