
Para refrigerar alimentos y bebidas, especialmente en los servicios de catering de las líneas aéreas
Para conservar alimentos, transportar muestras y refrigerar una amplia variedad de productos
Para reacciones a baja temperatura, conservar vacunas, suero y tejidos
Para el tratamiento térmico a bajas temperaturas, ajuste por contracción de componentes y pruebas de materiales
Para limpieza de máquinas, equipos y moldes mediante chorreado con pellets de hielo seco a presión. Esta técnica permite acceder a zonas complicadas y, además, evita que se produzcan abrasiones
Para productos perecederos, productos alimenticios, productos químicos, productos farmacéuticos, órganos y muestras
Para crear el conocido efecto niebla