El plasma acoplado inductivamente (ICP), también conocido como ICP-AES (espectrometría de emisión atómica) o ICP-OES (espectrometría de emisión óptica) se utiliza para analizar muchos elementos simultáneamente, con niveles de detección extremadamente bajos.
Se utiliza en una amplia variedad de sectores, como alimentación y bebidas, metales, farmacéutico, geológico, aguas o cemento.
El ICP funciona utilizando un plasma de argón, en el que se inyecta la muestra de líquido atomizado. La muestra se ioniza en el plasma y los iones emiten luz a diferentes longitudes de onda características que luego se miden.
El argón utilizado en el plasma debe tener la menor cantidad de oxígeno y humedad posibles, ya que tienen un efecto protector en la señal de algunos metales y pueden ofrecer lecturas falsamente bajas. También debe tener el menor contenido posible de THC, ya que podrían causar depósitos de carbono, que reducirían la intensidad de la señal. A veces se utiliza nitrógeno como gas de refrigeración en ICP.