A diferencia de los métodos convencionales como el vapor o agua caliente a alta presión, los sistemas que utilizan nitrógeno de alta pureza pueden mejorar la calidad de los neumáticos y optimizar el ciclo de curado, aumentando la presión sin usar temperaturas extremas. Con estos sistemas, el vapor proporciona el calor y el nitrógeno proporciona la presión para el proceso de curado.
Los procesos de curado con nitrógeno utilizan nitrógeno a baja presión o vapor para inflar la cámara y darle forma al neumático después de colocarlo en el molde. Posteriormente, el vapor a alta presión fluye hacia la cámara del neumático y rodea el exterior del molde para proporcionar el calor necesario para la vulcanización. Tras el vapor, se aplica nitrógeno a alta presión para aumentar la presión en la cámara durante el resto del tiempo de curado. Por último, se libera la presión ejercida sobre la cámara y el neumático se retira del molde.
Usando nitrógeno de alta pureza, es posible mantener un bajo contenido de oxígeno en la cámara del neumático, lo que puede prolongar la vida útil de la cámara y reducir costes.