De entre todas sus aplicaciones, el uso más importante del neón es en los láseres de ultravioleta (UV), llamados láseres de excímero. El término excímero es la abreviatura de dímero excitado. Este láser es especialmente idóneo para realizar cortes limpios y precisos en el rango de cientos de nanómetros. Dado que el láser UV no produce calor, no causa cicatrices lo que lo hace especialmente popular en cirugía ocular con láser (LASIK). En la fabricación de semiconductores, se utiliza para litografía. Debido a que su longitud de onda es tan corta, puede crear patrones en el chip wafer de hasta 193 nanómetros.
Las mezclas para láser de Carburos Metálicos consisten en combinaciones de materiales muy reactivos, tóxicos y corrosivos, como el flúor y el xenón. La creación de una premezcla láser precisa y estable es muy importante para garantizar una salida láser uniforme que conduzca a resultados óptimos y reproducibles. También es importante garantizar la seguridad para que las impurezas no reaccionen con los componentes, formando gases peligrosos, como el fluoruro de hidrógeno.